miércoles, 26 de noviembre de 2008

ETERNO RETORNO

Una de las razones es la afirmación de que el estado de guerra es innatural y
que de aceptarlo se acepta con aquello la ley del más fuerte.
Sea porque se crea como derecho al derecho violento,
sea porque dado que no se quiere la violencia,
por la natural tendencia al bien y
porque de la violencia no devienen leyes,
se acepte libremente la imposición del vencedor.


No importa, si tienes que irte no me opongo.

Se que desde hace mucho tiempo han estado reconstruyendo lo que perdieron.

No es mi responsabilidad hacerte cambiar de idea de vida o de pasiones. La verdad no me interesa. Porque si esa es tu tendencia, creo que a nadie le toca “liberarte” porque no existe tal prisión. Cada cual sigue lo que siente y lo que hace que su vida tenga sentido.

No, yo te amo. Estoy enamorada de ti. Pero eso no significa que quiera continuar construyendo la misma cadena circular de la supuesta tragedia de la vida. No creo en eso. Como tampoco creo que me plazca edificarme en la virtud por el martirio. Es demasiado romántico para mí.

La verdad no sé qué seguirá en mi vida. Pienso que puede mejorar. O empeorar…

Si, de hecho ya te extraño.

…” y el corazón desciende en su latido, los hombros comienzan a tirarse hacia delante, supinamente, se recogen. La garganta se tensa y los lagrimales se inundan”…

Pero no pasa nada nuevo.

Ese es el problema, mi problema. Tal parece que esa ha sido una constante. Por eso creo –quizá por necesidad- que el cambio es inminente. Esa es una idea que me ha dado vueltas desde que fui consciente de la permanente fila hacia el infierno dantesco.

No te preocupes, estaré bien. Hacia mucho que no sentía el nudo en la garganta. Creo que lo extrañaba. Esa sensación… creo que nos parecemos. ¿Recuerdas que en los últimos meses buscaba cualquier pretexto para reñir o discutir? Intuyo que por eso nos parecemos.

Ya, déjame en este “estado” y no sientas remordimiento. Que en esta batalla parece que el tablero de ajedrez fueron ustedes dos.

Discúlpame. La verdad lo lamento por ti que te use para una pequeña y vacua disputa mujeril. Quien haya dicho que la inocencia se materializaba en la mujer y los niños, fue demasiado fantasioso. La maldad la contenemos desde que somos…

Nada. Continuar, ya te lo dije. Tengo trabajo, tengo mi pensamiento indefinido, la escuela, el dolor y un buen amigo.

En realidad el molde no cambia, cambia el escenario y cambian los actores. El argumento es idéntico a cualquiera que ya se haya vivido. Esa es la causa verdadera de mi rabia. Por eso no me duele que te vayas, sino que todo volvió a disponerse para que la historia retornara en este momento. Siento como si el tablero se trasladara en dimensión y… ¡eso si me da cólera!

¿Distingues mi esencia? ¿Verdad que no hay nada de que arrepentirse? ¿Continuarás con lo que hasta ahora no has podido decirme, o decides convencerme de que no es tu culpa –porque en realidad no lo es- sentir lo que sientes por ella? ¿Que no eres responsable de cómo fue surgiendo lo que sienten, que si yo y mi trabajo, que si tú y tu inútil soledad?
... Creo que es para ti.
Ash!! Ya basta de… ¡termina de irte!

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